De acuerdo a una exclusiva publicada el lunes por el medio británico The Guardian, más de 100 empleados que trabajan en Clarence House, la residencia en la que vivían el rey Carlos III y la reina consorte Camila, fueron notificados de un pronto despido.
Este lunes, el portal de noticias The Guardian hizo público que en medio de los preparativos para los eventos fúnebres por la muerte de la Reina Isabel II y la toma de protesta del nuevo rey, la corona británica dio un preaviso de despido al personal que servía en Clarence House, la casa en la que vivía el antes príncipe de Gales y la duquesa de Cornualles.
Clive Alderton, secretario privado principal de ahora Rey, informó de la decisión a todo el equipo que servía en Clarence House: secretarios privados, equipo de contabilidad, finanzas, de comunicación, y al personal encargado de las tareas domésticas. En una carta, informó que el cambio de hogar del soberano británico implicaba también un gran cambio para las tareas que ahí se desenvolvían, incluyendo a su personal, y que ya no se necesitaría a gran parte del staff que laboraba en Clarence House.
Ante la alarmada reacción del personal, ya que no se les había informado con anterioridad qué sucedería si Carlos se convertía en rey, Alderton expresó que el apoyo estaba disponible para el equipo de Clarence House. Aclaró que el personal con tareas cercanas al Rey Carlos III y a Camila conservarían su trabajo, mientras que se buscaría reubicar en otras localidades de la corona al resto del equipo para evitar el despido; aún así, dijo que algunas destituciones serían inevitables.
Varios habitantes entrevistados por The Guardian expresaron haberse sorprendido por la noticia de los próximos despidos, ya que “es un mal tiempo […] es muy pronto”, “la reina apenas murió”, “ [el personal] tienen familias que mantener”, “muchos de ellos y ellas han servido [a la corona] por muchos años”, entre otras opiniones.
Mark Serwotka, el Secretario General del Sindicato de Servicios Públicos y Comerciales (PCS por sus siglas en inglés) del Reino Unido, dijo que “mientras algunos cambios eran esperados, […] la escala y rapidez con la que fueron anunciados fue insensible en extremo.”; y que launion, representante de algunos trabajadores reales, estaba trabajando para apoyar al personal preocupado por la noticia del despido.