El piloto mexicano deberá fijar su meta en el segundo lugar del campeonato de pilotos de la FI ante la superioridad mostrada por Max Verstappen.
Al inicio de la temporada 2022 de la Fórmula 1, Sergio “Checo” Pérez se perfilaba como un serio contendiente al título mundial de pilotos. Sus constantes podios, la victoria conseguida en el Gran Premio de Mónaco y la comodidad con su RB18 eran indicios de que el piloto mexicano tendría posibilidades de pelear contra su coequipero Max Verstappen.
Sin embargo, el panorama actual luce diferente. Checo se encuentra en el tercer puesto del campeonato de pilotos con 210 puntos, a 125 de diferencia respecto a Verstappen (líder actual). Aún tiene posibilidades matemáticas de conseguir el título; no obstante, el piloto neerlandés ha demostrado consistencia y gran ritmo, por lo que parece prácticamente imposible que alguien le arrebate su segundo mundial de la F1.
Ante esto, el mexicano deberá enfocar su lucha por el segundo lugar del mundial, pero no la tendrá fácil, ya que deberá vencer en las seis carreras restantes a Charles Leclerc (219 puntos) y George Russell (203 unidades), quienes se encuentran en la segunda y cuarta posición del campeonato, respectivamente.
En primera instancia, Checo deberá quedar por encima de Leclerc en cada carrera restante de la presente temporada; sin embargo, esta hazaña luce complicada, ya que el piloto de Ferrari ha demostrado buenas actuaciones.
En cuanto a ritmo de carrera, el monegasco ha sido superior a Pérez en repetidas ocasiones, incluso desde las clasificaciones. Es por ello que la tarea luce difícil, pero no imposible si Sergio logra adaptarse al RB18 y consigue un mejor ritmo, porque con su monoplaza tiene el potencial para vencer a Leclerc.
Por otra parte, el piloto jalisciense deberá cuidarse de las embestidas de Russell: el piloto de Mercedes es clara muestra de la consistencia, ya que en la actual temporada ha quedado dentro de los primeros cincos lugares en cada Gran Premio que ha disputado (salvo en el GP de Gran Bretaña). Por lo tanto, la solidez del británico puede ser un peligro para las esperanzas de Checo por el subcampeonato del mundo.
Aunado a lo anterior, otro problema que Checo afrontará es la adaptabilidad con su monoplaza. A saber: el mexicano ha declarado en repetidas ocasiones que las actualizaciones y el fondo plano de su coche no se adaptan a su estilo de manejo, y es por ello que desde el GP de Canadá ha perdido la confianza al momento de conducir el RB18. Lo anterior se debe a que la configuración del monoplaza ha sido balanceada en favor del estilo de Verstappen, dejando en desventaja a Sergio Pérez.
En vista de ello, lo más conveniente sería que Helmut Marko y Christian Horner (asesor y director de la escudería Red Bull Racing, respectivamente) se enfoquen en darle prioridad al monoplaza del mexicano una vez que Max Verstappen se proclame campeón del mundo (que probablemente lo consiga en el GP de Japón). Así, Red Bull conseguiría el tan anhelado 1-2 en el campeonato de pilotos, cuyo logro no ha obtenido en sus 17 años de existencia en la F1.